En el corazón de Beijing, el Gran Teatro Nacional de China aparece como una gota de modernidad. Al principio, la ubicación y el diseño del proyecto fueron polémicos. ¿No sería este un edificio demasiado contemporáneo y fuera de contexto dentro del centro histórico?
BAJO EL REFLEJO DEL AGUA
El Gran Teatro Nacional de China en Beijing
En el corazón de Beijing, el Gran Teatro Nacional de China aparece como una gota de modernidad. Este edificio contemporáneo con aspecto de cúpula está a un lado del Gran Salón del Pueblo y cerca de la Plaza Tian’anmen y la Ciudad Prohibida. La gigantesca estructura fue diseñada por el arquitecto Paul Andreu y se construyó entre 2001 y 2007.
Un lugar controversial
Al principio, la ubicación y el diseño del proyecto fueron polémicos. ¿No sería este un edificio demasiado contemporáneo y fuera de contexto dentro del centro histórico? En realidad, el Gran Teatro Nacional es una construcción majestuosa que muestra el mayor respeto por los edificios con gran importancia histórica que lo rodean. Hay armonía entre la modernidad y la historia que impera en esta parte de la ciudad. Más importante aún, es una fuerte declaración de cómo el arte y la cultura son esenciales para crear la sociedad y las ciudades chinas modernas. Para llevar a cabo el diseño, se requería que este nuevo edificio no superara la altura del Gran Salón del Pueblo. En consecuencia, como un iceberg, el edificio de 46 metros de altura tiene otros 32 metros bajo tierra.
Detalles Arquitectónicos
En el exterior, el edificio parece una impecable perla flotante, aunque su apodo común es el “huevo gigante”. La estructura curva de 212 por 146 metros se encuentra en la superficie de un lago. Está rodeada por un hermoso parque. Un parque donde la gente camina, baila, juega y disfruta, se siente como un lugar vivo. El lago hace imposible acercarse al edificio, pero se puede admirar desde lejos. En días sin viento, el reflejo completa la forma, una perla perfecta. Su estética es sutil y atractiva. Tiene líneas suaves que dan una sensación de serenidad, una calma complementada por el cuerpo de agua que lo rodea.
Los suaves reflejos de la superficie metálica hacen que parezca terso como la seda. La curvilínea carcasa elipsoidal está hecha de placas de titanio. Y un corte especial de vidrio ultrablanco que permite que la luz natural entre durante el día. Por la noche, la iluminación artificial crea un impresionante efecto realista que genera contraste entre la estructura y la visión del interior.
Debido a la apariencia intacta de la fachada, el complejo parece misterioso e impenetrable. Sin embargo, el edificio tiene un carácter abierto y acogedor. Gracias a las amplias entradas bajo el agua que conducen al vestíbulo, los visitantes pueden experimentar un pasaje místico desde el cotidiano mundo exterior hasta una realidad alternativa. Es un espacio de arte y cultura que aguarda en el interior. Hay tres auditorios de espectáculos. Un teatro de 1,040 asientos, una sala de conciertos de 2,017 asientos y una ópera de 2,416 asientos. Las áreas públicas se han articulado en general para funcionar de la mejor manera en forma de un entorno urbano. Tienen espacios completamente desarrollados, que incluyen restaurantes, comercios, cafés, lugares de descanso, áreas de espera y mucho más.
La tradición y la modernidad
Al alejarse de lo tradicional, el Gran Teatro Nacional crea contraste sin ensombrecer el entorno. Su diseño proclama una nueva era para el paisaje de la capital china en el centro de la ciudad. Es una celebración de la cultura y las artes, comenzando con su propia arquitectura.
Gran Teatro Nacional de China
2 W Chang’an
Xicheng Qu, Beijing
chncpa.org
Una versión de este artículo aparece impreso en el Número 0 de Álula Magazine, con el encabezado “Bajo el reflejo del agua, el Centro Nacional de Artes Escénicas de Beijing.”